Historia, leyendas y curiosidades de nuestra ciudad.

Historia, leyendas y curiosidades de nuestra ciudad y sus alrededores

lunes, 23 de abril de 2012

Iglesia de san Ildefonso. -I.

San Ildefonso nació en Toledo en el año 607. Ya desde muy joven, y en contra de los deseos de su acomodada familia, sintió la vocación religiosa, ingresando en el monasterio Agaliense. Se formó con san Isidoro en Sevilla, en las disciplinas de Filosofía y Humanidades. Con los bienes recibidos en herencia funda un monasterio, del que es elegido abad. En el año 657 es nombrado obispo de Toledo. Fallece el año 667, siendo enterrado en la iglesia toledana de santa Leocadia y trasladado más tarde a Zamora, ocultándolo de la invasión árabe. El destino original era la ciudad de Oviedo, pero la inseguridad de la zona aconsejó ocultarlos en la capital zamorana.
San Ildefonso. El Greco. Museo del Prado.

Nombrado uno de los Padres de la Iglesia, Ildefonso escribió varias obras y sostuvo nutrida correspondencia. En sus escritos defiende fervorosamente a la Virgen y su condición de Pura y establece una serie de normas para la administración de los Sacramentos.

Es muy conocido por el milagro que tuvo lugar el 18 de diciembre de 665, la imposición de la casulla a san Ildefonso:

San Ildefonso, junto con sus clérigos y algunos otros, se dirigían a la iglesia para cantar himnos en honor a la Virgen María. Encontraron la capilla brillando con una luz tan deslumbrante que sintieron temor. Todos huyeron, excepto Ildefonso y sus dos diáconos. Entraron y se acercaron al altar. Ante ellos se encontraba la Virgen María, sentada en la silla del obispo, rodeada por una compañía de ángeles entonando cantos celestiales. María hizo una seña con la cabeza a Ildefonso para que se acercara. Habiendo obedecido, fijó sus ojos sobre él y dijo:
- Tú eres mi capellán y fiel notario. Recibe esta casulla, la cual mi Hijo te envía de su tesorería. 
Habiendo dicho esto, la Virgen misma lo invistió, dándole las instrucciones de usarla solamente en los días festivos designados en su honor".
Imposición de la casulla a san Ildefonso. Juan Valdés Leal.
Capilla del Mariscal de la Catedral de Sevilla.
En la catedral de Toledo, los peregrinos pueden aun venerar la piedra en que la Virgen Santísima puso sus pies cuando se apareció a san Ildefonso, conservada posteriormente durante su uso como mezquita y más tarde en la nueva catedral cristiana. 
Figura del santo en la iglesia de san Pedro y san Ildefonso de Zamora, bajo la cual se encuentran las reliquias del santo.
La iglesia de san Ildefonso, a pesar de su aspecto moderno, se asienta sobre una de las parroquias más antiguas de Sevilla. Se conservan documentos que aseguran la existencia en el solar de una iglesia cristiana visigoda dedicada al presbítero Saturnino, que falleció el año 657. En la realización de los cimientos del actual edificio fue encontrada igualmente un ara con inscripciones en latín que refuerzan esta teoría. Por otra parte, también se conoce que en este lugar estaban situados posteriormente una mezquita y unos baños moros que, tras la conquista de la ciudad por Fernando III, correspondieron en el repartimiento a su entonces esposa doña Juana.
Fachada de la iglesia de san Ildefonso.
En cualquier caso, la construcción de la actual iglesia de san Ildefonso de Sevilla se inició en 1.794, quedando terminada en el año 1.841, según proyecto de Julián Barnecilla, ejecutado por José Echamorro. El templo responde al estilo neoclásico propio del momento y se distingue al primer golpe de vista por ser la única iglesia de la ciudad con dos torres gemelas.
Torres gemelas de la iglesia.
Exteriormente cuenta con dos portadas muy diferentes. La portada principal, muy espectacular, a los pies de la iglesia, está flanqueada por dos altas torres, accediéndose a ella a través de un pequeño atrio cerrado con reja. Esta portada presenta dos cuerpos: el inferior consta de una pareja de columnas jónicas a cada lado de la puerta, que soportan un dintel sobre el que apoyan pequeños pilares con jarrones de piedra. En el segundo cuerpo se levantan seis columnas corintias, tres a cada lado, que centran una hornacina con la imagen del titular, san Ildefonso, sobre el que se alza un frontón curvo partido que aloja las insignias del santo.
Primer cuerpo de la portada principal.
La figura del santo preside la portada.
Las torres son esbeltas y con tres cuerpos de altura de sección decreciente y diferentes entre sí: de planta cuadrada el primero, octogonal el segundo y circular el tercero. Todos ellos se enmarcan entre columnas blancas, de orden jónico en el primer caso y corintio en los otros dos.
También de estilo neoclásico es la portada del Evangelio, que da a la calle Rodríguez Marín. Es de proporciones bastante más reducidas que la principal mucho más sobria. Presenta un arco escarzano (arco curvo en el que el centro queda por debajo de la línea de impostas), con una gran columna toscana a cada lado, que sostienen una cornisa sobre la que se apoya el segundo cuerpo, prácticamente cuadrado, que presenta en su centro una placa conmemorativa en mármol sostenida por pequeños ángeles, todo ello  rematado por un frontón clásico.
Portada del Evangelio.
Remate de la portada del Evangelio.
Vista desde la calle Rodríguez Marín.
Linternas de la torre y de la Capilla de la Virgen de los Reyes.
Junto a esta portada podemos contemplar el retablo cerámico de Nuestro Padre Jesús Cautivo de Medinaceli, realizado por Antonio Kiernam Flores en 1.955 en las instalaciones de Cerámica santa Ana.
Retablo cerámico de Nuestro Padre Jesús Cautivo de Medinaceli.
Detalle del Cautivo.
Interiormente la iglesia consta de tres naves, con crucero y presbiterio, quedando separadas sus naves con pilares cuadrangulares a las que se adosan altas pilastras jónicas cajeadas en los frentes de la nave principal y el crucero. La nave central, los brazos del crucero y presbiterio se cubren con bóvedas de cañón y lunetos, las naves laterales con bóveda de aristas y el crucero con cúpula sobre pechinas con tambor y linterna.

La visita (recomiendo la mañana del viernes para hacerla) comienza por la portada principal, desde donde podemos echar un primer vistazo general. Remarcar la originalidad y belleza de las dos pilas de agua bendita, idénticas, situadas en la base del primer par de pilastras. Giramos a la derecha y comenzamos la visita por la nave de la Epístola; hoy toca girar en el sentido contrario a las agujas del reloj.
Vista general desde los pies de la iglesia.
Nave de la Epístola vista desde la entrada.
Nave del Evangelio vista desde la entrada.
Original y artística pila para el agua bendita.
La visita pormenorizada de la iglesia queda para la próxima entrada.


Hay rampa de acceso al templo, pero existe un escalón de bajada en el atrio de entrada.


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