Historia, leyendas y curiosidades de nuestra ciudad.

Historia, leyendas y curiosidades de nuestra ciudad y sus alrededores

viernes, 15 de julio de 2016

Palacio de las Dueñas, -IV. Antecapilla, Capilla, Sala de los Carteles, Biblioteca, Tablao.

Saliendo del Salón Cuadrado al Patio Principal, veremos a nuestra derecha el arco de entrada a la Antecapilla. Constructivamente, esta sala es igual al Salón de la Gitana en cuanto a dimensiones, forma, cubrimiento o portada. Sin embargo, la decoración es mucho más austera. Un zócalo trianero de un metro de altura recorre el perímetro, siendo los muebles de estilo inglés del siglo XIX (sobre todo Reina Ana y Chippendale) o fraileros, como diversos sillones y mesas con cajones. Más braseros, arcones blasonados, tapices sustituidos por grandes pinturas de temática religiosa y numerosos cuadros de santos y santas.
Galería del lado de la Antecapilla. La puerta de la izquierda conduce a esta y la que se ve al fondo es la que comunica con el Salón Cuadrado.
El Patio Principal visto desde la puerta de la Antecapilla.
Acceso a la Antecapilla.
La puerta desde dentro.
Lámpara central.
Lado izquierdo de la Antecapilla.
Lado derecho.
Doña Cayetana es presencia constante en el palacio.
Hay dos braseros a juego, uno a cada lado de la habitación.
Descendimiento. Anibal Caracci, siglo XVI.
Cardenal Íñigo López de Mendoza y Zúñiga. Anónimo, siglo XVI. 

San Antonio de Padua y Santa Teresa de Jesús. Luca Giordiano, siglo XVI.
En el extremo derecho de la sala (según entramos) hay una puerta que nos conduce a la Sala de los Carteles, estancia de la hay que disfrutar desde la entrada. Rectangular, de mediano tamaño, muestra en sus paredes numerosos carteles de las Fiestas de Primavera (Semana Santa y Feria). En el centro, una mesa de comedor para ocho comensales y, a los lados, un poco de todo: un traje de luces, mesas, un aparador, una chimenea al fondo, dos tresillos en un rincón y gran número de figuras, fotografías, bustos y cerámicas.
Puerta de entrada a la Sala de los Carteles.
Vistas de la Sala de los Carteles.
Volviendo a la Antecapilla, nos detenemos ante la Capilla. Es pequeña y cuadrada, con alto zócalo de azulejos. Se corona mediante una doble bóveda de terceletes, característica del gótico manierista. El retablo y la pintura que alberga (óleo sobre lienzo), en cambio, son renacentistas. Representa a Santa Catalina de Siena entre santos, obra del florentino Neri de Bicci.
Decoración del acceso a la Capilla.
Retablo renacentista.
Santa Catalina de Siena entre santos. Neri de Bicci, siglo XV.
En las paredes laterales cuelgan otros cuadros: Martirio de San Juan en la Tina y El Bautismo de Cristo, ambos de Juan de Villoldo (siglo XVI), discípulo de Berruguete. En la pared izquierda vemos una ventana típicamente mudéjar, trilobulada, con arquivoltas profusamente decoradas.
Pasemos ahora a recorrer el lado opuesto de la sala, de cuyas paredes cuelgan varios lienzos de santos y santas, y algún personaje de la nobleza.

San Huberto. Anónimo italiano del siglo XVII.
Retrato de doña Antonia de Haro y Guzmán. Anónimo italiano, siglo XVII.
La Anunciación. Baroccio de Urbino, siglo XVI.
Santa Genoveva. A. J. de Lislie, 1.888.

Cubierta de la Antecapilla.
En el extremo izquierdo de la Antecapilla se encuentra la Biblioteca, estancia decorada de forma similar a las visitadas anteriormente. Se ve que a doña Cayetana y familia esta cosa moderna del minimalismo no le atraía demasiado.
Imágenes de la Biblioteca.
Junto a la puerta de la Biblioteca está el acceso al Tablao, seguramente el espacio más personal (si es posible) de la duquesa. Era el lugar en el que se reunía con sus amigos, el sitio donde Enrique, el Cojo, la enseñó a bailar, o la sala en la que se retiraba a pintar. Aquí hay de todo: pinturas de la misma duquesa, de amigos, un traje de gitana y otro corto, una bandera de la Federación de Peñas del Betis (nadie es perfecto) y muchísimas fotografías.
Imágenes del tablao.
Finaliza aquí esta entrada.



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